Los seres humanos hemos desarrollado una enorme dependencia de la electrónica. Teléfonos, ordenadores, tabletas, reproductores, televisores… Cada vez son más los aparatos que llenan nuestros hogares y muchos de ellos consumen energía cuando creemos que no lo están haciendo. Según Twenergy, este consumo tan discreto puede suponer hasta 100 euros anuales.
¿Quieres saber cómo evitarlo?
La manera más evidente de ahorrar es apagar lo que no estemos usando. Esas costumbres de tener la televisión en marcha mientras estamos limpiando la casa, dejar las luces de la terraza encendidas durante la noche o no desconectar el monitor del ordenador cuando dejamos de utilizarlo aumentan innecesariamente la cuantía de nuestra factura.
Sin embargo, para los muchos ciudadanos que se preocupan por no pagar de más, existe un pequeño enemigo que se esconde en casa. Está camuflado en una gran cantidad de aparatos electrónicos y puede suponer un incremento anual superior a 100 euros en la factura eléctrica. Este astuto infiltrado responde al nombre de standby o consumo vampiro.
El standby es ese estado en el que entran ciertos dispositivos electrónicos cuando se suspenden pero no se apagan. Estoy hablando, por ejemplo, del televisor, que tiene dos formas de desconectarse: con el mando a distancia, que deja activada una luz roja (o de otro color, dependiendo del modelo) o con el botón que hay en el propio aparato. Si lo apagamos con el mando, en realidad lo estamos dejando en standby y sigue consumiendo energía de forma residual.
Otra manera de consumir electricidad disimuladamente es la que tienen los cargadores de baterías, que cada vez son más frecuentes (teléfonos móviles, tabletas, cámaras de fotos, reproductores portátiles…) Es habitual dejarlos enchufados para que estén preparados la siguiente vez que vayan a usarse, que en el caso de los smartphones suele ser cuestión de horas. Su discreto consumo se une al de los aparatos en standby para lograr un incremento cercano a las tres cifras en la factura anual de la luz.
Con una serie de buenas prácticas podemos ahorrarnos ese dinero. Cien euros son una estupenda recompensa para el escaso esfuerzo que supone desactivar por completo el televisor o el monitor del ordenador, desenchufar los cargadores o ir apagando regletas antes de acostarnos o cuando salimos de casa por las mañanas.
Según cálculos efectuados por Twenergy, en una casa estándar de 90 metros donde conviven cuatro personas hay una media de 20 aparatos que contribuyen a este consumo residual, sumando los que pueden entrar en standby y los cargadores de baterías. Este exceso puede suponer un 7% de la factura anual de electricidad, en torno a 100 euros, que podemos ahorrar siendo aplicados.
Yo he hecho un recorrido por mi casa y no me ha costado encontrar 20 aparatos sospechosos, que he puesto en la lista de los que debo desconectar correctamente o desenchufar cuando no los utilice.
¿Cuántos tienes en la tuya?
Escríbenos un comentario sobre los aparatos electrónicos que tienes por casa, para añadirlos a la lista.
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