Sabemos que en las últimas décadas los hábitos de vida de los españoles han cambiado, y mucho. Ello se debe fundamentalmente, al poco tiempo que disponemos para poder seguir llevando nuestra sana dieta mediterránea; ya que nos hemos acomodado en nuestras costumbres culinarias a que nos lo den todo hecho y a tomar cualquier cosa rápida. Esta opción es bastante perjudicial para nuestra salud, porque no siempre sabemos lo que comemos, ni el tipo de grasas que pueden llevar nuestros platos; y normalmente, tampoco aparece por ninguna parte las kilocalorías que nos aporta. Conclusión: debemos aprender a reconocer que nos beneficia y que no, de los manjares que nos llevamos a nuestra boca.

En cualquier caso, siempre es conveniente guiarse por la variedad y por los colores. Sí, he escrito bien, los colores. Ellos funcionan como señales que nos indican lo que contiene cada alimento.

Color Azul-Morado:

Ricos en antioxidantes y fitoquímicos  (antocianina, quercitina, resveratrol, compuestos fenólicos). Con abundantes minerales en su composición, inhiben el colesterol y protegen de enfermedades del corazón. Regulan la presión arterial y previene el envejecimiento celular, y ayudan a combatir el envejecimiento. Protegen de algunos tipos de cáncer, y son especialmente recomendados para el funcionamiento de la memoria y la salud de vías urinarias. Lo podemos encontrar en. uva morada, berenjenas, mora, zarzamora, vino tinto, cebolla morada, higo morado, remolacha, ciruela morada y col lombarda.

Color Verde:

Luteína, potasio, vitaminas C y K, y ácido fólico se encuentran en su interior. Y fitoquímicos: índoles, polifenoles, luteína, beta sistosterol. Reducen el riesgo de cáncer de ovario, seno y próstata, mantiene los huesos y dientes fuertes, y ayudan a la vista.

 

 

Verdes son: brócoli, coles de brúceles, col, aguacate, espinacas, lechugas (todas sus variedades), kiwi, manzana verde, uvas verdes, melón, peras, alcachofas, espárragos, espinacas y pimiento verde.

Color Blanco:

Aquí nos encontramos con alimentos ricos en fitoquímicos, como la anilina y el potasio. Ayudan a resistir las infecciones por bacterias, bajan la presión y el colesterol y reducen la formación de placas en el interior de las arterias (arterosclerosis).

En este grupo están: coliflor, hongos, plátanos, ajo, cebolla, endivia, nabo, puerro y chirimoya.

 

 

 

 

Color Amarillo-Naranja:

Fitoquímicos como el beta-caroteno, la quercitina, la luteína, o la zeaxantina los hallamos dentro de ellos.

Disminuyen los niveles de colesterol, protegen contra el cáncer y enfermedades del corazón. Ayudan al sistema inmunológico, reducen el riesgo de catarata y degeneración macular del ojo, tienen una importante acción antioxidante. Este grupo es rico en vitamina C, potasio y ácido fólico.

Búscalos en: zanahoria, papaya, melón, pimiento amarillo, maíz, melocotón, limón, mandarinas y naranjas, melón, piña, patatas, mango, calabaza, albaricoques y níspero.

Color Rojo:

Bajo este intenso color se agrupan  los ricos en licopeno, flavonoides, y antocianinas. Ayudan a la prevención de cáncer de mama, próstata y ovario; también en las enfermedades del corazón y con los síntomas del síndrome pre-menstrual.

Algunos ejemplos son: sandía, tomate, fresa y cereza.

Y, por supuesto, elígelos siempre que puedas ecológicos, ¡beneficiosos para el medio ambiente y para tu organismo. Libres de químicos!