Dentro de unos días (20 de marzo) se celebra el Día Mundial del Gorrión 2017, una especie de ave habitual en nuestras ciudades y pueblos, pero que poco a poco va desapareciendo en favor de otras especies que han logrado una mejor aclimatación en España, como las palomas, las urracas o las cotorras argentinas, que le han usurpado el trono de “rey de la urbe”.

Día Mundial del Gorrión 2017

Día Mundial del Gorrión 2017: nuestro «pequeño vecino» está sufriendo la invasión de otras especies.

Sus enemigos a la vuelta de la esquina

Sus enemigos son muy variados, además de las otras especies de aves (por competencia), le siguen los insecticidas y los pesticidas químicos que habitualmente se usan en los jardines públicos para matar a los insectos, pero al ser consumidos por los gorriones terminan envenenándolos, sobre todo las crías; pese a ser un animal muy resistente.

Otro gran problema es la falta de alimento, y también de lugares de anidamiento, ya que los árboles viejos en donde suelen realizar sus nidos, se terminan la mayoría cortando por el peligro de que sus ramas pudieran caer encima de las personas. Esto unido a que las viviendas actuales muestran pocos recovecos para poder nidificar, ha supuesto una serie de obstáculos que finalmente han terminado ejerciendo una presión insalvable en la población.

Día Mundial del Gorrión 2017

Los baños del gorrión en pequeños charcos son realmente espectaculares.

Trinos más fuertes por culpa del ruido

También hay que tener en cuenta que la contaminación acústica está afectando de manera muy poderosa a todas las aves urbanas, pero si encima tienen otra serie de factores en su contra, su futuro no es precisamente prometedor. Las aves tienen que cantar más fuerte o cambiar sus tonos de trino, e incluso variar sus horarios para poder comunicarse, para que no interfieran con esas “horas punta” en donde existe un nivel altísimo de sonido.

A su vez, las plagas se podrían controlar de manera muy efectiva si hubiese una gran población de aves, y no sería necesario usar este tipo de sustancias tóxicas que afectan de manera negativa a la biodiversidad y a los ecosistemas.

Las organizaciones ecologistas están intentando que este animal tan unido al Hombre no desaparezca por factores humanos, dotándole de nuevos lugares para la construcción de sus hogares, o incluso proporcionándole alimento.

En Europa la cuestión es casi peor que en nuestro país, la población ha ido a un tremendo declive en cuestión de décadas, en ciudades como Londres ya no hay gorriones. Las especies llamadas “oportunistas” lideran ahora el mundo de las ciudades. La urbanización afecta de manera específica al gorrión, por eso se deben realizar las acciones oportunas para que su desaparición no tenga lugar en los próximos años.

Todas estas cuestiones también están pasando factura a otras especies de aves hasta ahora bastante comunes en los centros poblaciones, como las golondrinas o los vencejos.