Hoy, 20 de febrero, se celebra el Día Mundial del Gato. Una jornada en la que ensalzar los valores de nuestras felinas mascotas, y a su vez, esperar que se les preste una mayor atención y protección como compañeros de vida.

Razones no nos faltan, y es que cada vez se abandonan más gatos, o no se les esteriliza, con lo que cuando las hembras se quedan preñadas, la camada que tienen suele terminar desatendida o abandonada. Otras cuatro o seis crías sin hogar, como término medio, sino es un mayor número.

Antes de adoptar un gato hay que saber las responsabilidades que ello conlleva para toda la vida. Muchas personas tienen a sus mascotas como si se tratase de un juguete, los gatos necesitan además de nuestro cariño, algo de generosidad por parte de sus dueños.

Como cualquier otro animal, necesitan unos cuidados específicos que si realmente no es posible dárselos, es mejor que sea dado en adopción: buscar a una persona o familia que lo quieran y lo atiendan de manera consciente.

Nuestras mascotas más observadoras, curiosas y misteriosas llevan con nosotros desde hace alrededor de 9.500 años antes de Cristo, ya que se han encontrado vestigios del entierro de un gato salvaje cerca de un ser humano en la isla de Chipre. Aunque más tarde en torno al 5.560 a. C. se datan los restos óseos de Shaanxi en China.

En la época del Antiguo Egipto, su culto era muy venerado, como un ser protector. La diosa Bastet era representada como un gato, y de hecho, existen necrópolis dedicadas solamente a estos mininos, donde se enterraban a los gatos que vivían en los templos dedicados a Bastet. Se les momificaba y sepultaba con ratones.

En la actualidad se habla de unas cien razas de gatos, distribuidas por todo tipo de hábitats, y allí donde han ido y conquistado territorios, se han aclimatado físicamente a ese entorno, con cambios que asombrarían a más de uno.

¿Qué tiene el gato que nos asombra?:

1. “Tiene siete vidas”.

Algo debe ser cierto de la leyenda, ya que su elástico y musculoso cuerpo, unido a su fortaleza física, resisten casi todo, desde caídas desde varios pisos hasta su manía de meterse dentro de los entresijos de los coches.

2. Su agudo oído.

Seguramente si ya tienes gato, sabes de lo que hablamos. Los gatos oyen por sonidos ultrasónicos que nosotros no percibimos, un sentido que le sirve para ser unos portentosos cazadores.

3. Su capacidad de saltar.

A pesar de su tamaño, los gatos pueden llegar a saltar incluso más de siete veces su altura, dependiendo del ejemplar y de la raza. Por eso, no te extrañe verlo subido en cualquier sitio alto.

4. Su fantástica visión nocturna.

Se debe a la forma elíptica de su pupila que puede abrirse mucho más que la de los seres humanos cuando existe poca luz.

5. Sus cariñosos roces.

A pesar de que creamos que nos demuestran su amor así, en realidad están marcando su territorio con sus glándulas, segregando feromonas.

6. Su capacidad de saber nuestro estado tanto físico como mental.

Hay algo que segrega nuestro cuerpo cuando no nos encontramos bien de salud, o nos encontramos nerviosos o malhumorados que ellos lo detectan mucho antes.

7. Su atracción por lugares escondidos.

Puede ser que alguna vez estés buscando a tu mascota, y no lo encuentres por ninguna parte. Su capacidad de ocultarse y su sigilo son dos instintos que todavía los utiliza.

8. Su curiosidad.

El refranero nos cuenta “la curiosidad mató al gato”, y es que a su pesar, el gato es capaz de casi cualquier cosa con tal de averiguar qué ocurre.

9. Su aseo.

Ya le has visto lamerse todo el tiempo, una acción que parece no tener fin, y es que esa limpieza le sirve para que en estado salvaje, ningún depredador le huela después de haberse zampado la comida.

10. Su ronroneo.

Una forma placentera de decir que está muy a gusto, o que necesita algo de manera urgente, o que está asustado o enfermo. Comunicación auditiva que según vayas conociendo a cada individuo podrás saber de qué se puede tratar.