La migración de las aves es un fenómeno estacional que desde hace algunos años se ha visto trastocado por el dichosos calentamiento global, ese cambio en nuestro clima que nos está afectando a todos y a cada uno de nosotros, aunque algunos todavía no se hayan dado cuenta de ello.

En el caso español es verdaderamente preocupante por la cantidad de especies de aves que han comenzado a sufrir sus consecuencias, con el consiguiente trastorno a todos los niveles que supone la desaparición de esa fauna tan característica y tan fundamental para nuestros campos.

Unos datos que ha investigado el científico y profesor de Zoología en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de la Complutense de Madrid, José Luis Tellería, y que se aprecia en determinadas especies de aves migratorias como el bisbita pratense, la lavandera blanca, el zorzal alirrojo, el zorzal común, la curruca capirotada, el mosquitero común o el petirrojo europeo (en concreto de este último se ha contabilizado una caída de petirrojos extra-ibéricos de un 80%).

 migración de las aves

Petirrojo europeo en invierno, una especie a la que le está afectando el calentamiento global.

La migración de las aves en el punto de mira

El destino ya no es nuestro país, sino en las latitudes más septentrionales. Una tendencia migratoria que se deja ver en toda nuestra geografía, aunque en algunos lugares con más precisión, según un artículo publicado en el Journal of Avian Biology (2014), y gracias al trabajo que se desarrolla exhaustivamente con el anillamiento científico.

Ya se venía venir desde hace muchas décadas con la estancia perenne de nuestras queridas cigüeñas blancas (en su caso por encontrar el suficiente alimento para poder pasar el invierno). El refrán de “Por San Blas, la cigüeña verás” dejo de tener sentido hace bastante tiempo. Que se lo digan a los vecinos de muchas poblaciones, cuyas iglesias tienen más actividad en los tejados que cualquier mercado en hora punta.

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Lavandera blanca, una especie que se ha acomodado a vivir en las urbes.

Imagen de Artur Mikołajewski

Sí, es verdad, pero parece mentira que ellos, los animales se han dado cuenta mucho antes que nosotros de ese acontecimiento mundial que se nos viene encima, un cambio climático que adolece de ser renegado por algunos, y dejado de lado por la mayoría, sin tener presente las consecuencias en un futuro a corto plazo.

Las tendencias de esos movimientos migratorios están cambiando, y puede ser que en las próximas décadas veamos por nuestro país a especies que habitualmente no suelen habitar en nuestro territorio, y que por diferentes cuestiones relacionadas con el calentamiento global o el cambio climático en sus costumbres (alimentación, reproducción o cría, entre otras) han decidido quedarse en España.

Si te gustaría participar en el seguimiento de esas aves en invierno como voluntario puedes hacerlo desde SEO/BirdLife.