El Índice Planeta Vivo (IPV) de WWF confirma las preocupaciones de los científicos que durante décadas han alertado de que si seguíamos a este ritmo, estamos llevando al planeta a una sexta extinción masiva.

¿Qué está pasando?

Desde el aumento constante e imparable de la población humana, ha llevado al planeta al extremo. La manera que explotamos los recursos naturales están doblegando por primera vez en la historia la capacidad productiva de la tierra, produciendo la desaparición de la fauna y la flora a ritmos agigantados.

El Índice Planeta Vivo muestra que la perdida de biodiversidad ha llegado casi al 60% entre 1970 y 2012, y podríamos llegar al 75% en 2020, a menos que pongamos remedio…

La presión humana creciente amenaza los recursos naturales de los que depende la humanidad e incrementa el riesgo de la inseguridad alimentaria e hídrica y de la competencia por los recursos naturales.

En 2012, el equivalente a 1.6 Tierras era necesario para obtener los recursos naturales y los servicios que la humanidad consume en un año.

¿Cuál es nuestro papel?

Hasta no hace mucho tiempo, la naturaleza era considerada como algo externo, destinada a satisfacer las necesidades ilimitadas del hombre, como un sumidero inagotable.

Las actividades humanas y el uso de los recursos naturales han aumentado de forma drástica sobre todo desde la mitad del siglo XX.

Sin embargo, el reconocimiento de la responsabilidad humana en la extinción de ciertas especies, en la perdida generalizada de la biodiversidad y en el denominado cambio climático ha favorecido a la expansión de actitudes conservacionistas tendentes a frenar y revertir esta situación.

¿Qué podemos hacer?

El IPV ofrece posibles soluciones, incluyendo los cambios de fondo que requieren los sistemas alimentario, energético y financiero mundiales para satisfacer las necesidades de las actuales y las futuras generaciones.

El siglo XXI le plantea a la humanidad el doble desafío de conservar la naturaleza y sus diversas formas y funciones, y construir un hogar equitativo para la gente en un planeta finito.

Corregir nuestro rumbo para dirigirnos a la sostenibilidad requiere cambios fundamentales inmediatos en dos sistemas decisivos: el energético y el alimentario.

La velocidad a la que realicemos los cambios hacia una sociedad sostenible es un factor determinante de nuestro futuro.

Historias de éxito

Estamos ante el mayor reto al que se ha enfrentado la humanidad, pero siempre debe haber un espacio para la esperanza.

Está en nuestras manos revertir la tendencia y evitar que superemos los límites de nuestro Planeta. Así como somos los responsables de la era del Antropoceno, también podemos ser los generadores de las soluciones.

El Índice Planeta Vivo destaca varios casos inspiradores dónde la intervención humana ha logrado recuperar ecosistemas y mejorar su resiliencia.

Fuente: www.wwf.es