En la mayoría de los casos, el medio rural se asocia a la figura masculina, puesto que son muchos hombres los que trabajan en la agricultura, pero no son éstos los únicos. La mujer también tiene un papel muy importante dentro de este campo. Para reconocer su trabajo, se celebra el Día Mundial de la Mujer Rural.

A diferencia de los hombres, las mujeres tienen un acceso limitado a los materiales agrícolas o a las semillas, entre otras cosas. Una desigualdad no entendible cuando ambos sexos trabajan la tierra. Esta fecha debe recordar que aún sigue siendo necesario trabajar para ofrecer el empoderamiento que se merecen las mujeres rurales y las oportunidades propicias para que se expresen.

Mujeres recogiendo plátanos

Actualmente siguen existiendo muchos núcleos rurales subordinados a los recursos naturales, a la agricultura y a la ganadería para el sustento de la zona. Muchas de las personas que sostienen este medio son mujeres que combinan el trabajo de los cultivos con las tareas domésticas, la cría de animales y la provisión de suministro al hogar como por ejemplo, el agua. Entendemos que se trata de mujeres que viven en países en vías de desarrollo donde la existencia de agua potable es escasa.

Son muchos los casos en España donde las mujeres y los hombres comparten el trabajo agrario pero la figura titular que aparece en la explotación agraria sigue destinándose al varón. Esto es un hecho que dificulta el reconocimiento de la mujer en las tareas, recortándole sus derechos y posicionándola en un nivel inferior respecto al hombre. En ocasiones, existe la problemática de que el trabajo de la mujer es considerado una ayuda familiar en vez de una ocupación por la que se recibe una remuneración.

Algunos cambios que se han producido dentro del Estado español relacionados con la mujer en el medio rural tienen que ver con el artículo 30 de la Ley Orgánica 3/2007 del 22 de marzo en el que se reconocen los derechos de las mujeres en el sector agrario, así como protección de la seguridad social. En teoría esta ley debería regular la titularidad compartida de las explotaciones agrarias para ambos sexos. Con este precepto, el reconocimiento del trabajo de la mujer está más cerca de ser valorado puesto que ya se van fortaleciendo los servicios sociales y la concienciación de los derechos de las mujeres. Aun así, fuera del territorio español queda mucho recorrido por hacer.

Mujeres cosechando té

En los países en vías de desarrollo, la responsabilidad acerca de la seguridad alimentaria recae en gran medida en el trabajo de las mujeres rurales ya que un 43% aproximadamente trabajan en ello. Según decía Bronstein en el libro Mujeres rurales ante el nuevo milenio,  “las campesinas de los países subdesarrollados pertenecen a uno de los sectores sociales más oprimidos, lo sufren en tres formas: como ciudadanas de países subdesarrollados; como campesinas que viven en las peores áreas de esos países y como mujeres de sociedades dominadas por hombres”. Nos encontramos entonces con una doble discriminación: por género y por ruralidad.

El Día de la Mujer Rural debe rememorar el trabajo que diariamente realizan muchas mujeres siendo beneficiarias pasivas de desarrollo y que en muchas ocasiones se presentan invisibles. Además del esfuerzo diario del sector femenino, aún queda mucho por hacer. No dejemos de trabajar, porque mujeres rurales somos las que luchamos.