Dentro de pocos días comienza la Semana del Movilidad Europea 2016 (16 de septiembre-22 de septiembre), en esta ocasión se quiere hacer hincapié en la capacidad de incentivar la economía a nivel local, en el desarrollo de nuevos mercados o puestos de trabajo, relacionados con el cambio de movilidad.

Unos beneficios, sociales, financieros, económicos y, por supuesto, medioambientales y de salud, que no hay que dejar pasar desapercibidos. Por eso se debe incentivar políticas disuasorias para evitar la movilidad en coche. Los vehículos ocasionan que el tráfico en las ciudades se ralentice, además de enviar a la atmósfera sustancias contaminantes que ponen en riesgo nuestra salud.

El mantenimiento de un coche no es barato, ya que hay que sumar al gasto en combustible ( exceptuando los coches eléctricos), el seguro del coche, las reparaciones por su uso y las que pueden surgir en caso de colisión accidental.

De ahí que se busquen transportes alternativos sostenibles para el día a día en las grandes urbes, dependiendo de las distancia a recorrer. La bicicleta es uno de esos transportes que cada día gana más adeptos, y es que su facilidad para ir casi por cualquier lugar la ha convertido en “reina” indiscutible de las calles.

El transporte público (metro, autobús o tren) es otra buena opción si se quiere llegar lejos, suele ser bastante puntual y puede albergar a numerosos usuarios. El ejercicio físico tampoco está demás, por eso muchas personas se han apuntado a ir andando al trabajo, evitando el estrés que produce tener que estar dependiendo de un medio de transporte.

A todas estas indiscutibles ventajas de los transportes alternativos al coche que nos recuerdan en la Semana de la Movilidad, hay que añadir la celebración del Parking Day, el próximo día 16 de septiembre. Ese día en el que las plazas de aparcamiento se transforman en bellos vergeles para el disfrute de la ciudadanía.

Una forma de concienciar a los transeúntes de la importancia de disponer espacios públicos para jardines o parques, esos que nos oxigenan el cuerpo y el alma. Este año se quiere reivindicar que en los barrios más verdes se vive mejor, con más calidad de vida y más felicidad.

Numerosas poblaciones o ciudades de España (más de 70) se han apuntado a cambiar por un día el aspecto gris de sus plazas de aparcamiento por el color de las plantas y flores que albergarán. No puedo dejar de recomendaros, si tenéis la posibilidad, de acercaros a este festival de la ciudadanía que toma las calles y disfruta como nunca de esos espacios verdes.