Los lagos son depósitos de agua dulce que suelen crearse con diferentes formas y tener distintos orígenes. Pueden tener en España un origen endógeno, los tectónicos y los volcánicos; un origen exógeno (kársticos, arreicos, litorales, glaciares o eólicos) o un origen mixto, puede ser tectónico y cárstico, o estructural y arreico.

En España tenemos la suerte de poseer bastantes, lo que posibilita multitud de actividades en torno a ellos, además de alimento para diferentes especies animales. Algunos son de montaña y otros se encuentran en el litoral, por lo que tenemos la interesante posibilidad de viajar haciendo ecoturismo para contemplar su belleza y sus diferentes ecosistemas.

Los 5 mejores lagos de España para visitar

1. El Lago de San Mauricio

En el Pirineo catalán tenemos la posibilidad de conocer el Parque Nacional de Aiguas Tortas y Lago de San Mauricio que pertenecen a la provincia de Lleida, es el lago más alto dentro de los 80 que existen allí. Aparece debajo de los dos picos denominados “Los Encantados” con más de 2.700 metros de altura.

Recomendable visitarlo en verano para gozar de buen tiempo, aunque nevado en invierno resulta un paraje espectacular, pero el acceso es bastante limitado. Con 1.471 especies vegetales, hay un 7, 8% de endemismos pirenaicos, lo que lo convierte en un lugar ideal para contemplar los diferentes niveles de vegetación según la altura.

Las especies animales son abundantes sobre todo las aves, de hecho está declarado como Zona de Especial Protección para las Aves. Es posible observar a la perdiz nival, al urogallo o el gorrión alpino. respecto a los mamíferos, no os podéis perder la experiencia de poder contemplar a los ágiles rebecos, los preciosos armiños, la escurridiza marta o el increíble lirón gris; además de la sociable marmota. Tampoco dejéis de frecuentar el lago para intentar localizar al tritón pirenaico, un ejemplar único y raro de contemplar.

 

lago san mauricio-20160825

 

2. Las Lagunas de Ruidera

16 lagunas repartidas en torno a 4000 hectáreas situadas en el Campo de Montiel entre las provincias de Albacete y Ciudad Real conforman este Parque Natural, con una belleza insuperable, pese a encontrarse seco muchos veranos.

Este año la gran Laguna Blanca ha permanecido seca durante varios meses, debido sobre todo a la extracción de agua de regadío para la agricultura. También la de La Lengua ha bajado varios metros. Las causas son varias, a ellas se han unido la ausencia de precipitaciones.

lagunas de ruidera-20160825

La biodiversidad que se puede encontrar en su época de máximo esplendor, la primavera, es única en el mundo. Un paraíso para las aves, y también para aquellos que practican el birding o el avistamiento de aves. La focha común, el ánade real,  el aguilucho lagunero, el somormujo lavanco o el porrón moñudo, son algunos de sus visitantes más célebres.

La vegetación que crece allí es típica mediterránea: la encina, la sabina albar, olmos u álamos, además de extensos matorrales de aliagas, espinos o coscojares. Abundando los juncos, las masiegas, los espadañales y los carrizos en las orillas de las lagunas.

El Parque Natural de las Lagunas de Ruidera aparece en la Lista de la Convención de Ramsar de humedales. Como bien los describen, son vitales para la supervivencia humana y uno de los entornos más productivos del mundo.

3. La Laguna Negra

Un lugar encantado enclavado en el Parque Natural de la Sierra de Urbión, perteneciente a la provincia de Soria. La Laguna Negra está situada  a más de 1700 metros de altitud, aunque como sucede en el Pirineo, no está sola; existen otras lagunas a su alrededor como la Laguna Helada o la Laguna Larga.

Cuenta la leyenda, que la Laguna Negra no tiene fondo, y que una criatura vive en sus profundidades, tragándose todo lo que en ella se sumerge. Aunque los nadadores que cada primer domingo de agosto hacen la gran carrera que la cruza, nunca han sufrido daño alguno.

Laguna_Negra_de_Urbión_-_Portillo

Existe incluso una película titulada con el mismo nombre basada en la leyenda de los Hijos de Alvargonzález de Antonio Machado, que tiene aquí su escenario principal.

Respecto a las plantas que podemos ver, hay que destacar la presencia de endemismos exclusivos como la margarita alpina y la armería; además de otras especies con floración que se dan en montañas europeas. Solamente en las zonas más altas, aunque bajando se puede encontrar uno con arándanos o enebros.

Los árboles que más se suceden en este espacio son los pinos silvestres, es quizás la mayor extensión de la Península Ibérica, aunque en zonas más altas umbrías también se distingue las hayas.

La fauna de este sensacional lugar no podía ser menos (es una zona ZEPA) : las rapaces tienen aquí su perfecto ecosistema, y otras aves de terrenos alpinos como el acentor alpino o la bisbita alpina. Las comadrejas, los tejones o los corzos son vecinos localizables, no tanto la nutria, el lobo o el visón europeo.

4. Las Tablas de Daimiel

El Parque Natural de las Tablas de Daimiel se encuentra ubicado en la Comunidad de Castilla-La Mancha es una zona de humedal que ha sido declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, y también se localiza dentro de la Convención de Humedales RAMSAR, además de ser Zona de Especial de Protección de Aves (ZEPA).

Un ecosistema que es una paraíso de la biodiversidad, aunque con problemas para su sostenibilidad. Algunas aves nidifican o crían como el porrón europeo, la garza imperial, el pato colorado, el carricero común o el archibebe común.

tablas-de-daimiel-20160825

Otras especies hacen una parada en el verano antes de continuar su migración al continente africano, como la cigüeña negra o la cigüeña común.

Las aves invernantes son también variadísimas, al pasar todas las especies limícolas que van a la zona europea: agujas colinegras, correlimos o avefrías, entre otras. Garzas reales, patos cuchara o ánades silbones anuncian la llegada del invierno.

Lo peor de este espectáculo natural es que muchas de las especies que habitaban en sus aguas, están al borde de la extinción por haberse introducido especies exóticas invasoras, como el cangrejo de río americano, carpas, pez americano o carpines.

Es posible observar mamíferos como la nutria, o reptiles como la culebra viperina, de escalera, o la bastarda, o incluso el lagarto ocelado. En cuanto a los anfibios, es fácil divisar ranitas de San Antonio o galápagos europeos.

5. El Lago de Sanabria

El Parque Natural del Lago de Sanabria está ubicado en la provincia de Zamora, un claro ejemplo de lago con origen glaciar, y el mayor de este tipo de la Península Ibérica. Desde el año pasado, ha pasado a formar parte de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza de la Meseta Ibérica.

En este entorno serrano hay diferentes lagos cristalinos que se crearon durante la glaciación Würm, componiendo uno de los conjuntos más importantes de lagunas glaciares de España.

En esta zona existe una gran diferencia entre las laderas de las montañas orientadas hacia el Sur, con vegetación mediterránea, y las que dan al Norte o al Oeste, en las que prevalece la flora más atlántica. Sobresaliendo las especies vegetales que han sobrevivido desde la época glaciar, como son Ranunculus parnassifolius o la Armeria bigerrensis.

lago de sanabria

Los árboles que allí se desarrollan son los robles o carballos, aunque crecen también por alisos, abedules, avellanos, serbales y acebos.

Respecto a la fauna, destacan las aves rapaces diurnas como el halcón peregrino, el cernícalo vulgar o el águila real, y dentro de las nocturnas, el búho real. Otras de menor tamaño, como el alcaudón dorsirrojo o el escribano cerillo, sobrevuelan los espacios más altos de pasto.

Destaca además por ser un perfecto ecosistema para reptiles como las serpientes, siendo frecuentado por distintos tipos de víboras. Los anfibios que habitan cerca del agua son la salamandra común o el tritón jaspeado.

Mamíferos de pequeño porte como martas, garduñas, nutrias, armiños o tejones se pueden observar con paciencia. Ya es mucho más difícil toparse con el lobo, o incluso se cuenta que el oso ha vuelto a pisar esas tierras.