Ballenas, hermosos mamíferos como tú. Conocidas por ser uno de los animales que podrían haberse extinguido por culpa del ser humano, siguen siendo objeto de caza con fines comerciales. Eso, a pesar de una moratoria internacional que prohíbe su venta. Como siempre, los humanos ponéis la pasta antes que cualquier otro interés… Este cangrejo te cuenta quiénes son los que siguen llevando a estos importantes eslabones de la cadena trófica al borde de desaparecer.

La caza de ballenas no es una actividad reciente. Hay datos que aseguran que las comunidades costeras en torno al 3.000 a.C. obtenían alimento y otros recursos de estos cetáceos. El problema comenzó con la caza masiva de estos mamíferos marinos a partir del siglo XVII. Pero los peores impactos a las poblaciones vinieron a principios del siglo XX con la mejora de la tecnología utilizada en la captura de estos animales.

Existen multitud de pinturas y grabados, como este del siglo XVI, que demuestran que la caza de ballenas era una práctica habitual. Fuente: Proyecto Gutemberg

Existen multitud de pinturas y grabados, como este del siglo XVI, que demuestran que la caza de ballenas era una práctica habitual.
Fuente: Proyecto Gutemberg

¿Quién sigue cazando ballenas?

En 1946 se creó la Comisión Ballenera Internacional (CBI) con la intención de llevar un control de la caza de ballenas con fines comerciales y científicos. Comisión que en 1986 dictaminó una moratoria la cual pretendía acabar con la caza comercial de estos mamíferos. Sin embargo, sigue permitiendo la caza científica y la caza a nivel local de poblaciones indígenas dedicadas a ella tradicionalmente. Esta decisión se no hace más que ratificar el convenio CITES, sobre el trafico y comercio de especies, en vigor desde 1975.

Dentro de la comisión, formada por 88 países, se pueden encontrar dos posiciones acerca de esta actividad:

  • La conservación y protección de estos cetáceos. Que son la mayoría de los integrantes.
  • La caza controlada (o eso dicen) con fines comerciales. Sólo 3 de los 88 países defienden esta postura.

Islandia y la caza limitada

Islandia continuó cazando ballenas tras la moratoria del 86, supuestamente con fines científicos. Años más tarde, en 1992 abandonó la Comisión y, por supuesto, no detuvo la caza. A pesar de que en 2003 volvió a incorporarse a la CBI, hizo una objeción a la moratoria y volvió a cazar ballenas con fines comerciales en 2006.

Al menos lo hace de manera limitada, a medias. La cuota de 2015 fue de 154 ejemplares de rorcual común (Balaenoptera physalus) y 229 ejemplares de rorcual aliblanco (Balaenoptera acutorostrata). Pese a la limitación, se trata de una cuota de captura muy por encima de la recomendada por la comunidad internacional.

Noruega se desentiende

Los noruegos respetaron la moratoria hasta 1993. Es en ese año en el que se presentó una objeción aprovechando un vacío legal de la CBI (es de suponer que es el mismo utilizado por Islandia). En la actualidad es el propio país el que marca la cuota de caza de ballenas. Por supuesto, es muy superior a la ecológicamente sostenible. Tan sólo en 2014 su cuota fue de 1.286 ballenas entre todas las especies que se cazan. Aunque parezca mentira, el idílico país nórdico supera con creces la suma de las capturas de Japón e Islandia.

El rorcual común es la especie que más está sufriendo la caza con motivos comerciales o científicos. Imagen: Cephas

El rorcual común es la especie que más está sufriendo la caza con motivos comerciales o científicos.
Imagen: Cephas

Caza científica en Japón

Japón continua cazando ballenas desde la moratoria utilizando como excusa la caza con fines científicos. Algo que nadie se cree, ya que la carne de los cetáceos acaba en el comercio. De hecho, en 2014 la Corte Internacional de Justicia (CIJ) prohibió la concesión de más permisos a Japón para la caza de ballenas al afirmar que sus programas científicos no tienen tales fines.

Pero eso no ha parado a los nipones. En marzo de este año ya llevaban 333 ballenas minke cazadas. Y por si esto fuera poco, más de 200 eran hembras gestantes.

Especies más afectadas

No todas las especies de ballenas están igual de amenazadas por la caza. Pero algunas de ellas -como ocurre con la ballena franca del norte (Eubalaena glacialis), la del Pacífico Norte (Eubalaena japonica) o la Ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) – aún se encuentran en peligro a causa de la sobrecaza a la que se las sometió.

La mayor parte de las especies que los tres países anteriores siguen cazando se encuentran en peligro y sin posibilidad de salir de él a no ser que se elimine esta práctica o las tasas de caza se reduzcan a la tasas de renovación de la especie (las capturas deben ser menores o iguales al número de nacimientos). Esas especies son:

  • Ballena o rorcual azul (Balaenoptera musculus). Su caza masiva la llevó al borde de la extinción. En la actualidad, está calificada como en peligro a pesar de que las últimas capturas fueron en la década de los 70 del pasado siglo.
  • Cachalote (Physeter macrocephalus). En la actualidad no su caza se ha detenido, pero Japón estuvo capturando esta especie hasta 1988. La UICN lo considera como vulnerable (VU) puesto que su población no acaba de recuperarse.
  • Rorcual común (Balaenoptera physalus). En peligro de extinción (EN). Su población se ve amenazada por los tres países que aún se dedican a la caza comercial de ballenas.
  • Rorcual Aliblanco o Minke (Balaenoptera acutorostrata). Esta es la especie más cazada del mundo especialmente por Japón y Noruega. A pesar de ello, la UICN la sitúa como de menor preocupación (LC) en la Lista Roja.
  • Sei o rorcual boreal (Baleonoptera borealis). Japón sigue cazando esta especie con fines científicos. La UICN la sitúa en peligro (EN).

¿Qué pasaría si se extingue?

Las consecuencias de la extinción de las ballenas serían impredecibles, aunque bastante graves debido a su papel ecológico. Como la desaparición de cualquier otro animal, supondría un desequilibrio en el ecosistema que habitan. Y este es un ecosistema del que los humanos dependéis.

Si bien no creo que su desaparición desencadenara la extinción de la vida en la Tierra, tampoco creo que el Capitan Kirk regrese del siglo XXIII para salvar a estos cetáceos. Algo que sucede en la mítica película Star Trek IV, primera en defender a las ballenas. Casualmente se estrenó en el mismo año en el que se aprobó la moratoria.