El verano es una estación que os apasiona a la mayor parte de los humanos y a muchos otros seres vivos. Pero lo cierto es que, desde que el cambio climático antropogénico está al acecho, cada vez son más los organismos que están sufriendo las graves consecuencias de los veranos abrasadores.

No sólo sufre el Ártico

Es posible que al leer el título tu mente haya viajado directamente al Ártico. Pero los osos polares, zorros árticos y otras especies de este rincón helado del planeta no son los únicos afectados. A lo largo y ancho de la Tierra multitud de especies sufren la locura climática, tanto a nivel terrestre como acuático. El verano, cada vez más caluroso en algunas regiones y lluviosos en otras, provoca que muchos seres vivos se encuentren al borde de la extinción. ¿Quieres conocer a algunos y cómo les afecta el Cambio climático?

Hygrocybe flavifolia, sufriendo la falta de niebla en verano

La falta de humedad tiene en jaque a este hongo californiano. Imagen: © Fred Stevens

La falta de humedad tiene en jaque a este hongo californiano.
Imagen: © Fred Stevens

Si pensabas que los animales eran los que más sufrían a causa del cambio climático, con este hongo queda demostrado que no. El Hygrocybe flavifolia habita en los bosques de secoyas de la costa norte californiana, donde en el último siglo se ha visto alterado el régimen de precipitaciones. Las lluvias invernales y las nieblas continuas en verano proporcionaban las condiciones ideales para este hongo. Pero en los últimos 100 años las nieblas se han reducido y en la última década las lluvias invernales han sido cada vez más irregulares llevando a este hongo al peligro de extinción.

Murciélago de orejas de embudo cubano

Una pequeña alteración al hábitat de este murciélago a causa del cambio climático y adiós. Imagen: Mundo Animal

Una pequeña alteración al hábitat de este murciélago a causa del cambio climático y adiós. Imagen: Mundo Animal

El Natalus primus es endémico de la isla caribeña. Su población, según datos de la IUCN, es de unos 100 individuos y sigue decreciendo. Habitan exclusivamente en una única cueva con unas condiciones térmicas peculiares. Estas condiciones corren peligro de alterarse a causa del cambio climático y la intrusión humana en la cueva. El colapso del techo de la misma a causa de las alteraciones llevaría a este murciélago a la extinción sin remedio.

Locha de Galilea

La locha del río Mujib, afluente del Jordán, se ve afectada, al igual que la galilea por el cambio climático y los veranos de temperaturas extremas. Imagen: Koji Kawai/RSCN

La locha del río Mujib, afluente del Jordán, se ve afectada, al igual que la galilea por el cambio climático y los veranos de temperaturas extremas. Imagen: © Koji Kawai/RSCN

Este pez endémico de dos lagos del río Jordán, el Hula en Israel y el Muzayrib en Siria, ya está considerado extinto en el primero. Las sequías, comunes en los meses de verano pero más prolongadas de lo habitual a causa del cambio climático, afectan fuertemente a esta zona. Pero el cambio climático no es la única amenaza para el Oxynoemacheilus galilaeus; la contaminación del lago y la sobreexplotación de su agua la sitúan en peligro crítico (CR).

Verano seco contra la conservilla majorera

Las plantas también sufren las consecuencias del cambio climático. Imagen: jardín botánico de fuerteventura

Las plantas también sufren las consecuencias del cambio climático.
Imagen: jardín botánico de Fuerteventura

No tenemos que irnos muy lejos para encontrar una planta a la que las sequías veraniegas aumentadas por el cambio climático están afectando gravemente. Sólo se conservan 10 poblaciones (según datos del MAGRAMA) de Salvia herbanica, un endemismo de la isla de Fuerteventura. Pero el cambio climático no es la única amenaza; los herbívoros y un parásito de sus semillas la han conducido al peligro crítico (CR) según la IUCN.

Abejorro de los Apalaches

Las abejas y abejorros son de los más afectados por el cambio climático. Imagen: Steve Evans

Las abejas y abejorros son de los más afectados por el cambio climático.
Imagen: Steve Evans

Es bien sabido que abejas y abejorros están en peligro en todo el mundo. El Bombus affinis es uno de esos afectados que sufre las consecuencias del cambio climático. Los cambios que se empiezan a observar en el clima de los Apalaches son el aumento de los periodos de sequía en verano, el aumento de la variabilidad en la temperatura y las precipitaciones extremas, derretimiento de la nieve temprana y las heladas tardías. Todo ello influye en el desacoplamiento entre la floración de las plantas y el ciclo biológico de los abejorros, reduciendo la disponibilidad de recursos, y a una mayor afección de patógenos.

Estos son sólo algunos ejemplos, de los que habitualmente no se habla, de lo que está pasando en nuestro planeta. El cambio climático de origen natural no puede pararse, pero el antropogénico está en vuestras manos.