El próximo 5 de junio celebraremos el Día Mundial del Medio Ambiente 2016. Uno de los principales problemas que precisamente está sufriendo nuestro medio ambiente, es la falta de áreas protegidas, tanto en cantidad como en extensión. Van a ser los únicos tesoros que podamos encontrar que no hayan sido masacrados por la mano del Hombre. Es imprescindible y urgente que se declaren más áreas protegidas dentro de la Green List. Por desgracia, todavía no están todas las que deberían, y eso significa la destrucción de hábitats de muchas especies, porque las leyes de muchos gobiernos no contemplan su protección, sino tienen este reconocimiento público.

Peces de colores

Multitud de peces de colores nadan por los arrecifes de coral

Imagen de James Watt/NOAA

Una de las más esperadas y que por fin se ha conseguido, es el Parque Tun Mustapha en Malasia, que ocupa 1 millón de hectáreas de paisaje marino en el extremo norte de la provincia de Sabah en Borneo. Ahora se denomina Área Marina Protegida, en inglés MPA.

Es el área protegida más grande del país, y la segunda concentración más grande de arrecifes de coral en Malasia, así como otros importantes hábitats: manglares, pastos marinos y zonas de pesca.

Es una zona complicada, ya que se debe mantener las actividades tradicionales en torno al mar como la pesca artesanal, única actividad con la que sobreviven diversas comunidades; y a su vez, se tiene que realizar un plan de acción que verdaderamente conserve cada ecosistema y sus especies animales y vegetales. Han necesitado 13 años para poder gestionar de manera sostenible este proyecto. ¿Demasiado tiempo?, quizás sí, pero el enfoque pionero de este parque puede ayudar a que en otras zonas de las mismas características, se pueda llevar a cabo protecciones más rápidas. Eso si todo sale bien, como se espera.

La sobrepesca, la pesca con explosivos y el uso de cianuro de sodio para capturar especies en los arrecifes de alto valor como el mero, un filón para el comercio de los alimentos, han tenido un gran impacto en los ecosistemas frente al norte de Sabah, es el conocido como “Triángulo del coral”; que es el hogar de 250 especies de corales duros y alrededor de 360 especies de peces, así como tortugas y dugongos verdes (especie de vaca marina) en peligro de extinción.

Estrella de mar

Las espinas de una estrella de mar

En septiembre de 2012, un equipo de investigación que comprende 30 científicos marinos y voluntarios encontró que alrededor del 57% de los arrecifes analizados estaban en excelente o buena condición. Pero los investigadores también encontraron abundante evidencia de los impactos humanos negativos, incluyendo la pesca con explosivos (un total de 15 bombas fueron escuchadas durante el viaje), la sobrepesca y la contaminación. Especies emblemáticas como los tiburones y las tortugas estaban visiblemente ausentes; cuando la “megafauna” como ésta falta, indica que un ecosistema está bajo presión.

Los datos confirman la urgente necesidad de un enfoque de gestión sostenible para preservar la biodiversidad existente y para permitir que las poblaciones de peces y corales dañados se recuperen. Las áreas con daños mínimos se podrían recuperar en tan sólo tres a cinco años, según WWF Malasia. Las áreas con daños más importantes requerirán más tiempo, de cinco a diez años o más.

Tortuga marina

Una pequeña tortuga marina comienza su vida den el océano

El Parque Tun Mustapha tiene un potencial enorme y aún sin explotar para el desarrollo del turismo basado en la naturaleza. Además de buceo, la zona está repleta de hermosas playas de arena blanca, islas bonitas (más de 50 en total) y los impresionantes paisajes marinos. Hay una serie de áreas clave de anidación de tortugas, ofreciendo oportunidades para el voluntariado.

El reto ahora es tratar de hacer que todo funcione. A medida que el triángulo y los arrecifes de coral de todo el mundo se enfrenten a niveles sin precedentes de decoloración de los corales y se desplomen las poblaciones de peces, los modelos eficaces y replicables de gestión marina serán fundamentales.