Un nuevo estudio estadounidense respaldado por diversas organizaciones y empresas como Friends of the Earth, ConsumersUnion o Center for Food Safety ha venido a confirmar lo que ya se sabía de antemano, que la carne de las hamburguesas de los más conocidos restaurantes de comida rápida contiene antibióticos, y al parecer es algo rutinario “por prevención”, que se les aplica o se les da a muchos de esos animales. El informe completo no tiene desperdicio.

Algunos de ellos obtienen más puntos por su política de restricción, ya que a las aves no se les da o si se hace es de manera más restrictiva, eso sí sin decir cantidades, ni circunstancias. Muchos no responden al cuestionario, y otros no hacen público cuáles son las carnes tratadas con antibióticos. Ni los requisitos que se les exige a las empresas que les suministran la materia prima.

hamburguesa de antibióticos

A principios de 2015, Mc Donald’s anunció que dentro de dos años solo serviría pollo criado sin uso de antibióticos en unos 14.000 restaurantes, pero no se sabe qué cantidad de pollo en la actualidad lleva antibióticos, a esta pregunta no respondieron, por supuesto.

Esta cuestión es demasiado problemática para pasarla por alto, ya que el consumo elevado o una ingesta recurrente de este tipo de productos alimenticios, lo que genera es una resistencia a los antibióticos en el organismo humano. es decir, cuando realmente necesitemos una antibiótico para salvar nuestra vida, existe la posibilidad de que no haga ningún efecto. Cosas que pasan en la sociedad actual, esa que quiere tenerlo todo bajo control, pero como se ha comprobado se le escapan la mayoría.

hamburguesas

Pero la pregunta es, ¿cuánta de la carne que se lleva a los hogares está libre de culpa? Es muy preocupante el tema de las cadenas de comida rápida, sobre todo teniendo en cuenta que van dirigidas a un sector de la población muy joven. Por desgracia, no es menos alarmante que nadie sepa si los productos cárnicos que introduce en su nevera llevan antibióticos u otro tipo de drogas.

Como los animales no crecen como debieran por la falta de esos antibióticos, se les suministran otros fármacos hormonales beta-agonistas. Eso por suerte no pasa en Europa, que sepamos, ya que están prohibidos.

grafico de comida rápida

De cualquier forma, es un escándalo en toda regla. La salud de los consumidores debería de estar por encima de todo. pero al parecer todo vale en la industria del consumo.

Hay diversos restaurantes que han querido acabar con ese desasosiego creado entre los clientes de hamburgueserías, y han sacado a la venta hamburguesas con carne ecológica libre de productos químicos o farmacéuticos. Una vía de escape a tanta desazón creada, y es que no se puede quedar uno cruzado de brazos ante estos hechos.