Si te gusta tener tu hogar lleno de flores como si fuera siempre primavera, además de recolectar flores del campo o comprarlas, puedes iniciarte en la técnica japonesa del origami para crear flores de muy diferentes tipos, imitando a las diferentes especies que existen, y casi rozando la perfección.  Un trampantojo para la vista que estéticamente favorece en cualquier rincón de la casa donde se coloquen. Solo necesitarás práctica, maña, y distintos tipos de papel para lograr un efecto sorprendente. Si es posible reciclados, usa aquellos que pensabas tirar y que ya no te servían para nada, a no ser que busques una combinación cromática muy concreta.

A mi amiga japonesa Tomoko, la enseñaron en la escuela durante muchos años la técnica del origami, y ya nunca se le olvidó. De hecho, le sirvió mucho en su trabajo como diseñadora de moda para precisamente modelar los tejidos y saber como podían transformarse en cada cuerpo. Sus manos parecían que volaban y se posaban en el papel como por arte de magia y en menos de cinco segundos ya había conseguido realizar cualquier objeto que había imaginado. Pero aún así no debes desanimarte, seguramente si hay algún niño o niña por casa podrá ayudarte y quizás te resolverá los problemillas que puedan surgir a la hora de materializar cada ejemplo. Su mente es más elástica que la de muchos adultos, y tienen una capacidad mayor para resolver enigmas nuevos. Es una tarea que les encantará.

Aquí tienes varios ejemplos que te pueden guiar para hacer algo parecido. He elegido algunos que son más sencillos, para que no sea una tarea muy ardua sacar cada flor adelante. Al fin y al cabo, tiene que ser algo que se haga con gusto, concentración  y armonía.

Cómo hacer flores de origami reciclando papel #diy

1. Dalia

¿Qué te parece decorar tu salón con dalias? Aquí tienes una manera de hacerlas muy sencilla, que consigue realmente una gran parecido con ellas. Una de mis flores favoritas. ¡Espectacular!

2.  Chempakam o Mandaram

Mira estas fotografías y observa cómo crear un adorno colgante con flores exóticas, denominadas chempakam o mandaram, en un color amarillo al que luego se le ha dado más profundidad y relieve añadiendo un color rojizo en los bordes. ¡Precioso!

3.  Clavel

En este caso, las diferentes partes de la flor se van haciendo por separado con papel pinocho, siguiendo todos los pasos que aparecen a continuación. Al final aparece una maravillosa flor, que se puede reproducir para formar un ramo.