A la hora de habar de protección de especies, hasta a los cangrejos como yo nos surgen dudas de cómo se hace. ¿Qué estrategias tomáis los humanos para defendernos? A continuación, 4 convenios internacionales en los que se basan las leyes tanto a nivel europeo como nacional para la protección de especies y sus hábitats.

Convenios internacionales

1. Convenio de Ramsar

¡El preferido de los mosquitos! Protege los humedales de importancia internacional, especialmente aquellos que están declarados como hábitats de aves acuáticas. El objetivo es su conservación y uso racional para contribuir con el desarrollo sostenible.

En el convenio de Ramsar se define como humedal cualquier extensión de agua, natural o artificial, corriente o estancada, salada o dulce. Vamos, que hasta Los del Río podrían estar incluidos.

Cuando un país firma el convenio debe aportar al menos un área para incluirla en la Lista de Humedales de Importancia Internacional. Así por ejemplo España tiene 68 humedales incluidos, entre los que se encuentran Doñana y la Albufera de Valencia.

La Albufera de Valencia está en la Lista de Humedales de Ramsar desde 1989. Imagen: Alberto Ceballos

La Albufera de Valencia está en la Lista de Humedales de Ramsar desde 1989.
Imagen: Alberto Ceballos

2. Bonn

Es la Convención sobre la conservación de las especies migratorias de vida silvestre. Busca proteger de manera estricta a las especies migratorias amenazadas de extinción y conseguir que los Estados (como ya sabéis los gobiernos siempre son los que menos ponen de su parte) firmen acuerdos para la conservación de especies.

Dentro del marco del convenio de Bonn se han hecho varios tratados como EUROBATS, ACCOBAMS o el Acuerdo sobre Gorilas. Una de las especies beneficiadas es la avutarda.

3. Washington (CITES)

Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. ¿Cuántas especies han sido introducidas a causa del comercio de las exóticas? La ardilla hooligan es un gran ejemplo. Su objetivo es proteger las especies tanto de flora como de fauna de la sobreexplotación a la que las somete el comercio internacional.

Se incluyen en él tanto especies en peligro de extinción como aquellas que se cree su comercio debe ser restringido por otras causas. Dentro de las especies incluidas en el convenio podemos encontrar la tortuga laúd o los colibríes.

Los colibries son una de las especies protegidas por el convenio de Washington. Imagen: Mdf

Los colibríes son una de las especies protegidas por el CITES.
Imagen: Mdf

4. Río

Convenio sobre la Diversidad Biológica. Quizá sea el más conocido por todo el mundo. De hecho, ¡hasta mis colegas del río saben acerca de él! Pero desconocen que sus objetivos son:

  • La conservación de la diversidad biológica.
  • La utilización de los componentes de la diversidad biológica.
  • La participación justa y equitativa de los beneficios que se deriven del uso de los recursos genéticos.

Fue redactado a ritmo de samba durante la Cumbre de Río de Janeiro en 1992; abarca todos los ecosistemas, especies y recursos genéticos (sí, el cangrejo ibérico y nuestros genes están incluidos en él). Este tratado es el primero que reconoce que la conservación de la biodiversidad es una prioridad para la humanidad y que forma parte de su desarrollo.