La Navidad, más allá de su significado religioso, es una época para disfrutar de la compañía de nuestros seres queridos, aunque esto a veces queda colapsado por la avalancha de compras que se nos viene encima: regalos, regalos y más regalos. En este mundo consumista, el afecto se demuestra mediante el intercambio de objetos materiales y, puesto a que es muy difícil cambiar este hábito, al menos hagámoslo con cabeza. A la hora de preparar los regalos Navideños, podemos disminuir el impacto ambiental que tiene nuestro consumo en estas fechas si seguimos unos sencillos consejos.

Haz una lista: hazte una lista con la gente a la que vas a regalar, el presupuesto por persona y qué es lo que pueden necesitar. Esto último puede ser realmente complicado, pero tener cierta idea de lo que van a usar, ayuda a que no compremos cosas que se van a quedar meses en un armario hasta que sean tiradas a la basura.

Si ya tienes decidido lo que quieres regalar, busca la opción más ecológica: puedes encontrar un mismo producto fabricado por distintos productores. Busca cual de ellos es más amigable con él medio ambiente, no sólo en su producción. Los productos locales generan menos daños ambientales al ahorrarse los costes de trasporte. En este momento también es buena idea mirar como viene empaquetado el producto, muchas veces lleva más plástico y cartón del necesario.

Compra en tiendas de barrio y en mercadillos tradicionales: es buen momento para comprar cerca de casa, además de impulsar la actividad económica local, ayudas al medio ambiente al reducir el impacto de tu transporte hasta los grandes Centros Comerciales que suelen situarse a las afueras de los núcleos urbanos.

Ante la duda, regala alimentos ecológicos y de comercio justo: sorprende con una cesta de productos ecológicos. El regalo acabará en el estómago del regalado y no en un rincón cogiendo polvo. Además es una buena manera de acercar este tipo de productos a personas que en un principio no los comprarían.

Hazlo tu mismo: el DiY está de moda. Desde tejer una bufanda a hacer una lámpara con vidrio reciclado. Si tienes tiempo y un poco de maña, no lo dudes. Es el mejor regalo no es el que más dinero cuesta, sino el que con mayor cariño se hace.

No compres animales de compañía: recuerda que son seres vivos, no un juguete. Primero piensa si de verdad vas a hacerte cargo de él durante toda su vida y si al final decides que las Navidades son un buen momento para ampliar la familia, adopta.

Ayuda al medio ambiente mientras compras: la hora de ir a comprar tus regalos de Navidad evita el coche, siempre que puedas usa el transporte público. No uses las bolsas de plástico que dan en los comercios, lleva siempre una de tela para transportar tus compras.

En el embalaje utiliza la regla de las 3R: reduce el embalaje, no es necesario gastar mucho papel para envolver de forma bonita nuestro regalo. Recicla el papel que uses e intenta utilizar papel reciclado. Reutiliza, si el papel no se ha estropeado, úsalo para envolver próximos regalos o recorta y guarda la parte que está en buenas condiciones.

A la hora de envolver los regalos, usa la imaginación: puedes usar papel reciclado para envolver los regalos y darle un toque más original decorándolo con flores secas, piñas, nueces… El envoltorio del regalo puede ser parte del mismo. Una simple caja de cartón bien decorada puede ser utilizada en casa para almacenaje.

Estos son nuestros consejos eco para que tus compras navideñas no generen tanto impacto ambiental. Seguro que también tenéis trucos para una Navidad más verde, compártelos con nosotros en comentarios.