Las plantas con propiedades hiperacumuladoras son una baza a favor de la recuperación de suelos contaminados por metales pesados. Son muchos los investigadoras que dedican su carrera al estudio de estas plantan llegando a descubrimientos como el acontecido hace pocas semanas: investigadores filipinos encuentran una nueva especie hiperacumuladora de níquel.

Rinorrea

El níquel es un metal pesado necesario en pequeñas concentraciones pues es necesario para la formación de los glóbulos rojos. En exceso es medianamente tóxico acumulándose sobretodo en ambientes acuáticos. El níquel es utilizado principalmente para la creación del acero inoxidable, aunque tiene múltiples usos. Su extracción puede realizarse tanto a cielo abierto como en minería subterránea, pudiendo verse afectadas las zonas circundantes por contaminación del mismo.

En esto reside la importancia del descubrimiento del poder hiperacumulador de Rinorea niccolifera puesto que, de las 300.000 especies vegetales vasculares conocidas, solo 450 especies son capaces de ello. El nombre asignado a esta nueva especie descubierta ya especifica su cualidad: niccolifera, pues acumula el níquel en tallos y hojas. Las plantas que no tienen esta habilidad hiperacumuladora, tienden a presentar la mayor concentración de metales en sus raíces puesto que no son capaces de transferir dicho metal a las partes aéreas. Incluso presentan capacidades de absorción de dichos metales más bajas o mecanismos de absorción saturados ante elevadas concentraciones del tóxico en el medio.

Este tipo de plantas tienen una gran importancia en el desarrollo de tecnologías verdes. Tanto para la fitorremediación que es utilizar especies vegetales para la recuperación de suelos contaminados, como la fitomineria que es el uso de plantas para extraer un metal del medio que luego será recuperado para su uso. Esto puede hacerse gracias a la capacidad que tienen estas plantas para acumular gran cantidad de metales en sus tejidos sin que sea tóxico para ellas. Rinorea niccolifera puede acumular más de 18.000 ppm sin presentar síntomas de toxicidad en sus tejidos.