El proyecto Fairphone presenta el primer Smartphone comprometido con el planeta, la sociedad y el medio ambiente. Con una política de transparencia y buenas prácticas, es el primer teléfono que certifica la procedencia del coltán que contiene, un mineral presente en multitud de aparatos electrónicos cuya extracción en la República Democrática del Congo está asociada a conflictos bélicos, condiciones de semiesclavitud de los trabajadores y graves afecciones ambientales.

La idea surge de Bas Van Abel, que se autodefine como un apasionado de cambiar las relaciones entre las personas y los productos. Este holandés fundó Fairphone con la pretensión de mejorar las condiciones sociales y ambientales, sin perder de vista los avances tecnológicos. “Comprando este teléfono, antepones los valores sociales y te unes a un movimiento para cambiar las cosas”, afirma Van Abel.

Coltán certificado

Uno de los puntos fuertes de este Smartphone es el compromiso durante el proceso de fabricación, en el que se utiliza coltán cuya procedencia de minas libres de conflictos está certificada. Este mineral de columbita y tantalita está presente en una gran cantidad de aparatos electrónicos de gran éxito en la actualidad como tablets, ordenadores o reproductores portátiles.

El principal productor de coltán es la República Democrática del Congo, donde la materia prima se obtiene en medio de enfrentamientos bélicos para hacerse con el control de su explotación y sin respetar los derechos de los trabajadores, que además sufren las consecuencias de unas condiciones infrahumanas de trabajo que les originan graves problemas de salud.

La fauna local tampoco sale beneficiada de la explotación descontrolada del coltán. El respeto al medio ambiente brilla por su ausencia en un lugar donde ni siquiera se respetan los derechos humanos. De ahí la prioridad que le da Bas Van Abel a que su creación no contenga minerales que procedan de estas minas congoleñas.

Por eso es tan importante reciclar los teléfonos móviles que vamos desechando, en un momento en que estos artilugios son sustituidos cada vez con mayor frecuencia. El reciclaje del coltán reduce el nivel de explotación del mineral, así como la cantidad de basura electrónica que puede terminar en vertederos, con componentes peligrosos que provocan graves problemas de contaminación de suelos y aguas.

Más que un teléfono

El compromiso social de Fairphone llega hasta el cliente final, con características que hacen más sencilla la vida de su dueño, como la facilidad de reparación del terminal o la incorporación de una batería de repuesto. Además, viene equipado con sistema operativo Android y es dual, por lo que puede competir de tú a tú con cualquier modelo de éxito de la actualidad.

Cerca de 15.000 personas han reservado ya su teléfono a través de la página web al precio de 325 euros, contribuyendo a este proceso de Crowdfunding a escala global, gracias al cual se evitan los intermediarios y la totalidad del importe llega a Fairphone, que así puede destinar fondos a investigación y a programas que contribuyan a mejorar la cadena de suministro.

Fairphone presume de ser un producto comprometido con la sociedad. Desde el respeto a los derechos laborales en las fábricas hasta la inclusión de componentes reciclables, las características de este teléfono, que según Van Abel es más que un teléfono, lo convierten en una buena opción para aquellos amantes de la tecnología preocupados por el futuro del planeta.

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