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La Asociación de Bebidas Refrescantes (ANFABRA) ha reunido en un informe las políticas ambientales del sector. Esta es una forma de mostrar la preocupación de los productores de estas bebidas por el impacto ambiental de una actividad que soporta 63.000 empleos directos e indirectos en España y que aporta 12.000 millones de euros cada año a la economía del país.

Las empresas de bebidas refrescantes llevan años apostando por la innovación y la optimización de los procesos, con el objetivo de que sean más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Esta apuesta queda plasmada en sus buenas prácticas, que ya han recibido acreditaciones y certificaciones y les han permitido lograr unas cifras que ahora presentan de forma conjunta.

Uno de los recursos primordiales en esta industria es el agua, fundamental en la producción de bebidas refrescantes, ya que es el principal ingrediente. No obstante, el mayor consumo se genera en la limpieza de equipos y conducciones, así como en el lavado y enjuague de los envases.

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Las buenas prácticas en esta materia han llevado al sector a un consumo de 2,19 litros por cada litro de producto fabricado en el año 2012, casi la mitad de lo que requieren otras bebidas. En los últimos dos años, el consumo de agua se ha reducido un 8% y se espera que este dato alcance el 20% en 2020. El mismo porcentaje de reducción se espera alcanzar en el consumo energético, que ya se ha reducido un 10% en los últimos tres años.

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En cuanto a los envases, los principales materiales utilizados son el PET, el acero y el vidrio. La forma en que el sector está reduciendo el impacto ambiental en este ámbito es aligerando los envases producidos, de forma que en 2012 el peso de los fabricados con PET y acero era entre un 12% y un 14% inferior al que tenían en 2000.

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De esta manera, se logra ahorrar en el consumo de materias primas, energía y combustible, al igual que se genera una menor cantidad de residuos, ya que una gran parte de los mismos procede de los rechazos de materiales de envasado. Además, todos los envases fabricados son reciclables y reutilizables.

Conjuntamente, el sector de las bebidas refrescantes está trabajando para combatir otros impactos que se producen de forma indirecta como son los relacionados con el transporte. En este sentido, se hace hincapié en la movilidad sostenible para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, desde la llegada de las materias primas a las fábricas hasta la distribución del producto final a través de la cadena de proveedores.

El informe completo, titulado “las bebidas refrescantes y el medio ambiente”, se puede tanto visualizar como descargar en la página web de ANFABRA y en él se puede encontrar, de forma detallada, una análisis de la cadena de valor y los impactos medioambientales que se generan a lo largo de la misma, además de todas las iniciativas ambientales que se llevan a cabo en materia de sostenibilidad.