Si tienes una actitud ante la vida y hacia el planeta respetuosa con el medio ambiente, no debes olvidar tus principios nunca. El verano te puede poner a prueba de muy diferentes maneras, pero debes mantenerte firme en tus convicciones, siempre hay algún momento en que se puede caer en la tentación de volver atrás, y pensar que no pasa nada por tirar un papelito, ¡uff con lo lejos que está la papelera!; una lata, …; o incluso, con tus propias compras pueden cambiar muchas cosas. Si prefieres comprar en la tienda china antes que que en las tiendas tradicionales de los pueblos, si adquieres productos que vienen de la otra punta del mundo; en vez de los de la zona en la que veraneas; tu actitud no es muy responsable, ni sostenible. Este verano puedes empezar a cambiar, si te lo propones verás que no es difícil, y gracias a tu concienciación estás ayudando a salvar nuestras poblaciones, nuestros trabajos, y nuestros ecosistemas.

El tema comienza cuando haces tu maleta. Mete en tu equipaje una toalla de playa de algodón ecológico, un bañador ecológico ( lo puedes fabricar tú mismo con telas que ya no utilices de ropa usada, además son los más originales; y sino hay marcas que ya diseñan pensando en no contaminar más), un bronceador bio, así no ensuciarás nuestros mares, océanos y ríos, y tu piel no sufrirá los daños de los productos químicos; aunque está claro que es más fácil adquirir uno en las supermercados de la playa (craso error).

Hazte con un gorro o sombrero natural, te protegerá de los rayos solares y es la opción más fresca para tu cabeza. Intenta desconectar de los aparatos eléctricos: tele, ordenador, secador, móvil,…; aunque esta es la parte más difícil para algunos/as, pero es la que te va  a proporcionar más alegría a lo largo de tus días de asueto. ¡No te arrepentirás de haber tomado esa determinación!. Estarás más relajado, más participativo, más motivado hacia descubrir otros lugares, personas; y a interaccionar más con la naturaleza. Hay momentos mágicos que no los podrás sentir sino los vives a tope, sin ningún “obstáculo tecnológico”.

Cuando la sed te invada, intenta consumir bebidas que no vengan en plásticos o envases, el vidrio es lo más ecológico. Intenta que tu alimentación se adapte a la época del año en que estás, ¡el verano!. Disfruta de las refrescantes frutas mediterráneas, si te quedas en España; y sino, ten en mente que sean  todas tus comidas de km.0. Favorecerás la economía local, y si encima son ecológicas, mejor que mejor.

Procura dejar el coche apartado. Realiza tus visitas culturales, tus excursiones, tu turismo, sin contaminar. Muévete, tu cuerpo lo necesita ¡siéntelo, es la forma de mantenerlo vivo!. Piérdete paseando por la playa o por las callejuelas de una aldea, es la manera más preferible de conocer tu destino vacacional. La bici es otro buen recurso para llegar a todas partes. Y sino, siempre queda el transporte público.

¿Necesitas algún recuerdo de tu estancia?. Mira, por favor, que ponga “Made in spain” o “Made in Brazil”, o el lugar donde te encuentres; los originales no son orientales. Recorre los mercadillos típicos, compra artesanía de la zona, o productos típicos locales. Te llevarás algo único y especial, que no se puede adquirir en otra parte del mundo.

Finalmente,  disfruta, sobre todo, de buena compañía; se flexible, quiérete mucho, y piensa cada mañana cuando veas salir el sol, que hoy puede ser el mejor día de tu vida; creyendo que la naturaleza siempre te devolverá todo que le has dado. ¡Volverás con una nueva energía y con la mente más abierta!