Martín Pescador Tuamoto Investigadores de la Universidad de Missouri están trabajando con los residentes y agricultores en una remota isla del Pacífico Sur para salvar de la extinción al martín pescador de Tuamotu.

El martín pescador de Tuamotu es una ave de tan sólo 125 ejemplares censados que vive en la pequeña isla de Niau, el la Polinesia Francesa, en el sur del Pacífico, aislada durante decenas de miles de años, hasta que la mano del hombre con la introducción de especies invasoras como las ratas y los gatos, está acabando con la especie.

El Martín Pescador de Tuamotu es una vistosa ave tropical que luce brillantes plumas azules en sus alas, verdes en su espalda y naranjas en la cabeza, que se alimenta principalmente de lagartos. La especie está incluida por Birdlife International como una de las más amenazadas del mundo, ya que su territorio se limita a un rango muy pequeño en una sola isla, y debido al paso de los ciclones, han causado la pérdida de árboles para adecuados para su anidamiento.

Para evitar la fatal extinción de la especie, los científicos de Missouri han propuesto una serie de medidas para ayudar a proteger el Martín Pescador, como proporcionar cajas nido para aumentar la disponibilidad de sitios de reproducción, conservación de los árboles muertos de Cocoteros donde el martín pescador Tuamotu suele anidar y cazar y evitar las quemas controladas que realizan los agricultores de cocoteros para extender sus cultivos, lo que mata a los lagartos, principal sustento de estas singulares aves.

"Si perdemos estas aves, perdemos 50.000 años de singularidad y evolución", dijo Dylan Kesler, profesor asistente en la pesca y vida silvestre en Missouri y autor principal del estudio, publicado en the Journal of Wildlife Management and The Auk, de la Unión Americana de Ornitólogos.

“Desafortunadamente, aún con todo nuestro trabajo hasta la fecha, la población sigue cayendo," dijo Kesler. "Estamos viendo cierta rotación, pero cada año cuando volvamos, hay territorios más vacíos y la población disminuye. A este ritmo, estas aves desaparecerán pronto”.

Fuente: e360.yale.edu